Todas las historias, libros y videos mas raros , mitos urbanos y leyendas de los fab four o beatles
lunes, 6 de abril de 2015
domingo, 5 de abril de 2015
Ringo Starr se refiere a Paul como "Faul", e insinúa que es hispanohablante
Ringo Starr se refiere a Paul como "Faul", e insinúa que es hispanohablante
John dice sobre Paul: "No puedo pelear con mi amigo muerto, hace mucho q...
John dice sobre Paul: "No puedo pelear con mi amigo muerto, hace mucho q...
Paul McCartney es argentino y se llama Diego Wungal
Paul McCartney es argentino y se llama Diego Wungal
John Lennon le grita "Diego" (5 veces) a Paul McCartney (1964)
John Lennon le grita "Diego" (5 veces) a Paul McCartney (1964)
John grita "Diego!" a Paul McCartney, y agrega: "Diego is argentine".
John grita "Diego!" a Paul McCartney, y agrega: "Diego is argentine".
Famosas Escenas de Crimen: John Lennon (Parte 1 )
Famosas Escenas de Crimen: John Lennon (Parte 1 )
https://www.youtube.com/watch?v=QcOH_sYP4p4
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Libro: La morsa era Ringo 101 falsos mitos sobre Los Beatles
Libro: La morsa era Ringo. 101 falsos mitos sobre Los Beatles
Por si a alguien le quedaba alguna duda sobre el dominio que Alan Clayson y Spencer Leigh poseen como glosadores de la carrera musical de los británicos The Beatles, La Morsa Era Ringo se publica cual nuevo y dorado ladrillo que añadir a su magnífica reputación de estudiosos sobre el devenir de The Fab Four. Un libro de 101 capítulos por el que acercarnos a diversos falsos mitos que se han difundido durante décadas con relación a Paul, John, George y Ringo. El tándem de escritores los investigan minuciosamente para por fin echar algo de luz sobre ellos, borrando tanto dato incorrecto y tanta historia fraudulenta que se le ha querido colgar al cuarteto de Liverpool.
Lo interesante de este trabajo es que puede encandilar de similar forma a neófitos y a seguidores o coleccionistas expertos. Tanto los Beatles como banda, al igual que sus andaduras posteriores desvinculadas de la nave nodriza del pop evolutivo, son recogidos por medio de un perfecto compendio de datos que nos consigue sumergir en un universo tan apasionante como es el que rodeó y ha seguido rodeando –ya firmando bajo sus nombres– la singladura discográfica de estos compositores, cantantes e instrumentistas. Además, a la hora de enfrentarse con la traducción de La Morsa Era Ringo, el lector melómano descubre que gracias a una labor encomiable en este sentido, cada párrafo incluido en el libro captura a la perfección el fin último que buscaban tanto Leigh como Clayson.
Una obra en la que poder saltar de un falso mito a otro sin sentir el atoro por verse obligado a seguir una concordancia impuesta por guiones imaginarios. Una edición tratada con mimo y trufada en sus postrimerías por una más que jugosa bibliografía. Entretenida y básica, La Morsa Era Ringo no decepciona en ningún momento. Un fundamental artefacto escrito sobre la historia musical de una de las formaciones más relevantes que nos dejó el siglo pasado.
TÍTULO: La morsa era Ringo. 101 falsos mitos sobre Los Beatles.
AUTOR: Alan Clayson y Spencer Leigh.
EDITORIAL: Lenoir.
paul is dead
El mito cuenta que, supuestamente, Paul McCartney murió hace más de 40 años. Una muerte que los miembros del grupo han ocultado desde entonces…
A mediados de los años 60, la carrera de los Beatles estaba en pleno apogeo. Habían copado varios números uno en las listas de éxitos tanto del Reino Unido como de EEUU, e iban camino de convertirse en la banda musical más famosa de todos los tiempos. Pero cuando el éxito viene tan rápido, es inevitable que surjan los choques de ego entre los miembros del grupo.
Según la leyenda, el 9 de Noviembre de 1966 Paul McCartney abandonó el estudio de grabación de Abbey Road tras una fuerte discusión cons sus compañeros. Paul, furioso, conducía su Aston-Martin a toda velocidad sin prestar atención a la carretera hasta que, al llegar a un cruce, no prestó atención a los semáforos y fue arrollado por un camión.
Brian Epstein, por aquel entonces manager de los Beatles, fue avisado inmediatamente del accidente. Supuestamente, la cabeza de Paul había quedado tan desfigurada que fue necesario acudir a la muestra dental para identificarlo. MIsteriosamente, Brian consiguió que la policía no hiciese referencia a la muerte de Paul. El informe policial dejó constancia simplemente de que un hombre joven había perecido en el accidente, pero nunca sería identificado.
Los Beatles no podían permitirse perder a un miembro de la banda en su momento de mayor popularidad. La muerte de Paul suponía un conflicto de intereses, ya que éste era, junto a Lennon, el miembro mas popular del grupo y el preferido entre las mujeres. Lennon y McCartney eran el alma del grupo y los compositores de la mayor parte de las canciones. Por ello, y tras superar el shock de su muerte, Epstein tuvo una idea descabellada: buscar un sustituto, un doble con gran parecido físico con Paul que puediera reemplazarle en sesiones fotográficas y actuaciones. Para su voz en las grabaciones, se utilizarían a distintos dobles que pudieran imitarla.
Finalmente el supuesto elegido fue un joven llamado William Campbell, que tenía un gran parecido con Paul pero contaba con dos importantes diferencias: era diestro (Paul era zurdo) y sólo sabía tocar la guitarra, no el bajo. Tras unos meses de entrenamiento en el manejo del bajo con al mano izquierda y un par de retoques estéticos, estuvo listo para su presentación en público. Durante unos años el engaño funcionó, pero de repente, en 1969…
El rumor de la supuesta muerte y reemplazo de Paul McCartney apareció por primera vez en 1969. Todo comenzó con una llamada que alguien llamado “Tom” hizo a Russ Gibb, un famoso Radio DJ de la WKNR-FM. Gracias al chivatazo, el Disc Jockey narró por radio una de las leyendas urbanas más memorables de todos los tiempos: la supuesta muerte de McCartney y el posterior encubrimiento.
Paul McCartney Hoax MagazinePoco después, Fred Labour, un estudiante de la Universidad de Michigan, publicó un curioso análisis en el periódico de la Universidad sobre “Abbey Road”, el disco publicado por los Beatles en ese mismo año. Fred aseguraba que en la portada y las letras del disco se encontraban numerosas pistas que deltaban la existencia de una gran conspiración para ocultar la muerte de Paul.
La portada de éste álbum también esta cargada de referencias a la muerte de Paul. Los cuatro Beatles aparecen en fila, como escenificando un cortejo fúnebre. John Lennon va vestido de blanco: es el predicador, Ringo va de luto, es el amigo del difunto. George Harrison, a su vez, va vestido con un ropa vaquera e informal: es el enterrador. Paul es el único de los cuatro que va descalzo y camina con los ojos cerrados. En muchas culturas orientales, los difuntos son quemados descalzos. Además, su paso está descoordinado respecto al resto de los Beatles, como si no perteneciera a la procesión. Por último, el coche negro aparcado a la derecha, en segundo plano, parece un coche fúnebre.El resto de detalles son más sutiles, pero claramente reveladores. Hay dos claves que son especialmente importantes. La primera es que Paul está fumando… con la mano derecha. Recordemos que Paul McCartney era zurdo mientras que William Campbell, su supuesto sustituto, era diestro, aunque aprendió a tocar el bajo con la mano izquierda.
El segundo detalle es la matrícula del coche blanco aparcado en segundo plano, en la que se puede leer “28 IF” (28 SÍ…) 28 años es la edad que tendría Paul McCartney… SI estuviera vivo.
A mediados de los años 60, la carrera de los Beatles estaba en pleno apogeo. Habían copado varios números uno en las listas de éxitos tanto del Reino Unido como de EEUU, e iban camino de convertirse en la banda musical más famosa de todos los tiempos. Pero cuando el éxito viene tan rápido, es inevitable que surjan los choques de ego entre los miembros del grupo.
Según la leyenda, el 9 de Noviembre de 1966 Paul McCartney abandonó el estudio de grabación de Abbey Road tras una fuerte discusión cons sus compañeros. Paul, furioso, conducía su Aston-Martin a toda velocidad sin prestar atención a la carretera hasta que, al llegar a un cruce, no prestó atención a los semáforos y fue arrollado por un camión.
Brian Epstein, por aquel entonces manager de los Beatles, fue avisado inmediatamente del accidente. Supuestamente, la cabeza de Paul había quedado tan desfigurada que fue necesario acudir a la muestra dental para identificarlo. MIsteriosamente, Brian consiguió que la policía no hiciese referencia a la muerte de Paul. El informe policial dejó constancia simplemente de que un hombre joven había perecido en el accidente, pero nunca sería identificado.
Los Beatles no podían permitirse perder a un miembro de la banda en su momento de mayor popularidad. La muerte de Paul suponía un conflicto de intereses, ya que éste era, junto a Lennon, el miembro mas popular del grupo y el preferido entre las mujeres. Lennon y McCartney eran el alma del grupo y los compositores de la mayor parte de las canciones. Por ello, y tras superar el shock de su muerte, Epstein tuvo una idea descabellada: buscar un sustituto, un doble con gran parecido físico con Paul que puediera reemplazarle en sesiones fotográficas y actuaciones. Para su voz en las grabaciones, se utilizarían a distintos dobles que pudieran imitarla.
Finalmente el supuesto elegido fue un joven llamado William Campbell, que tenía un gran parecido con Paul pero contaba con dos importantes diferencias: era diestro (Paul era zurdo) y sólo sabía tocar la guitarra, no el bajo. Tras unos meses de entrenamiento en el manejo del bajo con al mano izquierda y un par de retoques estéticos, estuvo listo para su presentación en público. Durante unos años el engaño funcionó, pero de repente, en 1969…
El rumor de la supuesta muerte y reemplazo de Paul McCartney apareció por primera vez en 1969. Todo comenzó con una llamada que alguien llamado “Tom” hizo a Russ Gibb, un famoso Radio DJ de la WKNR-FM. Gracias al chivatazo, el Disc Jockey narró por radio una de las leyendas urbanas más memorables de todos los tiempos: la supuesta muerte de McCartney y el posterior encubrimiento.
Paul McCartney Hoax MagazinePoco después, Fred Labour, un estudiante de la Universidad de Michigan, publicó un curioso análisis en el periódico de la Universidad sobre “Abbey Road”, el disco publicado por los Beatles en ese mismo año. Fred aseguraba que en la portada y las letras del disco se encontraban numerosas pistas que deltaban la existencia de una gran conspiración para ocultar la muerte de Paul.
La portada de éste álbum también esta cargada de referencias a la muerte de Paul. Los cuatro Beatles aparecen en fila, como escenificando un cortejo fúnebre. John Lennon va vestido de blanco: es el predicador, Ringo va de luto, es el amigo del difunto. George Harrison, a su vez, va vestido con un ropa vaquera e informal: es el enterrador. Paul es el único de los cuatro que va descalzo y camina con los ojos cerrados. En muchas culturas orientales, los difuntos son quemados descalzos. Además, su paso está descoordinado respecto al resto de los Beatles, como si no perteneciera a la procesión. Por último, el coche negro aparcado a la derecha, en segundo plano, parece un coche fúnebre.El resto de detalles son más sutiles, pero claramente reveladores. Hay dos claves que son especialmente importantes. La primera es que Paul está fumando… con la mano derecha. Recordemos que Paul McCartney era zurdo mientras que William Campbell, su supuesto sustituto, era diestro, aunque aprendió a tocar el bajo con la mano izquierda.
El segundo detalle es la matrícula del coche blanco aparcado en segundo plano, en la que se puede leer “28 IF” (28 SÍ…) 28 años es la edad que tendría Paul McCartney… SI estuviera vivo.
THIRD AND LAST PART OF THE INTERVIEW WITH ROBERT ROSEN PART 3
THIRD AND LAST PART OF THE INTERVIEW WITH ROBERT ROSEN
They say Mark David Chapman is about to get out of jail. What consequences do you think that may bring about?
Mark David Chapman was sentenced to 20 years to life in prison. That means that every year since 2000 he’s been eligible for parole, and every year since 2000 he’s been denied parole. Chapman will never get out of prison. And in the unlikely event that he does, there are a lot of crazy people out there who’ve threatened to do him harm. I’m sure some of them are serious.
In your opinion, do you think there are plenty of books still to be written about John Lennon? Would you like to write a new one about him?
I’d like to see Paul McCartney dig deep down into his soul and write an honest memoir. But I’m not sure he’s capable of doing that. So, I’d at least like to see him write something like Bob Dylan’s Chronicles, which I think is less than honest but certainly compelling and well worth reading. And I’d like to see Lennon’s diaries published—I mean the actual diaries I transcribed, the whole thing, just as they were written. I think the diaries were a very rough draft of the great memoir that John never had a chance to complete.
My main book-publishing priority at the moment is to bring Beaver Street kicking and screaming into the world. But I should mention that I’ve written a screenplay called The Diaries of Juan Dolio. A rock icon is murdered, and his personal assistant flees to Mexico with his secret diaries. As they say in Hollywood pitch-speak, it’s A Hard Day’s Night meets The Treasure of the Sierra Madre. I want Justin Timberlake to play the personal assistant, Gael García Bernal to play his friend the Mexican journalist, and Penélope Cruz and Salma Hayek to play the bruja sisters. Por favor. Now all I have to do is raise $10 million or so. I’ll direct it myself if I have to.
What’s your personal opinion on "Free as a Bird" and "Real Love"? They say there might be new songs coming up with George and John’s vocals in them, do you like this actually?
I don’t think anything will ever come close to capturing the energy, spirit, and excitement of any of the Beatles songs that were released between 1964 and 1970. “Free as a Bird” and “Real Love” (which I first heard in 1980 on Lennon’s Bermuda demo tape) are interesting experiments. I enjoyed listening to them; it sent a chill up my spine to hear Lennon singing with the Beatles again. And I enjoyed the videos, too. So, of course I’d be curious to hear anything else they come up with.
Everything else should be read with varying degrees of skepticism. The interview books are, for the most part, a demonstration of Lennon’s genius for PR and self-promotion. Which is not to say there’s no truth in them. There is, but you have to know where to look.
The “official” bios and the Ono-sanctioned books are the worst—90-95% whitewash and myth making. The anti-Ono books, as well, are poisoned with hatred and bullshit. But again, there is truth to be found in them if you know where to look, and the more you know about the Beatles and Lennon, the easier it is to find the truth.
One of the best-written, best-researched, and most evenhanded books I’ve come across lately is The Gospel According to the Beatles by Steve Turner. Unlike most writers, Turner didn’t take sides. He just told the story of the Beatles as honestly as he could. He uncovered a lot of new material about Stu Sutcliffe and the early days in Hamburg; he did an especially good job of explaining the “Bigger than Jesus” controversy; and he uncovered some new material about Lennon’s very brief “born again” period.
And, of course, please read Nowhere Man—in any language. Because until John’s diaries are published, which probably won’t happen in our lifetime, Nowhere Man will remain the most accurate representation of what Lennon wrote about in his final years.
What’s your opinion of Chapter 27, the film about John’s assassination?
I devoted an entire blog to the movie because the filmmakers ripped off their title from the “Chapter 27” section of Nowhere Man and didn’t give me credit for it. They also didn’t explain what the title means—that by killing Lennon, Chapman believed that he was going to write the missing chapter of J.D. Salinger’s The Catcher in the Rye, which ends on chapter 26, in Lennon’s blood (as I say in my book). And they didn’t show how 27, the “triple 9,” connected Lennon to Chapman. They just grafted an intriguing title onto their film. That’s why I call my review of Chapter 27 “BYOC (Bring Your Own Context).” You’re not going to fully understand the movie unless you’ve read The Catcher in the Rye, Nowhere Man, and Let Me Take You Down, the Chapman bio by Jack Jones that the filmmakers supposedly based the movie on.
Fortunately, Mojo magazine in the UK, Proceso in Mexico, The Louie Free Radio Show in the US, and a lot of websites all over the world, most recently in Italy, Brazil, and Norway, pointed out the obvious—that Chapter 27 comes from Nowhere Man. And it’s obvious to anyone who’s read the book.
Still, I don’t think the movie is as bad as most of the critics said. It’s not, as Premiere magazine suggested, “the most godawful, irredeemable film to yet emerge in the 21st century.” To its credit, it features three interesting performances: Jared Leto as Chapman; Lindsay Lohan as Jude, a Lennon groupie who’s based on a real person; and Judah Friedlander as Paul Goresh, the photographer who took the picture of Lennon signing Chapman’s Double Fantasy album a few hours before the murder.
But there’s no getting around the fact that Chapter 27 is a total bummer. Watching it is like spending 84 minutes trapped in the company of a socially awkward psychopath.
The Killing of John Lennon is a much better film. You watch it and at least you understand why Chapman’s doing what he’s doing. It gives you some insight into his character. It gives you context. And the title is self-explanatory.
They say Mark David Chapman is about to get out of jail. What consequences do you think that may bring about?
Mark David Chapman was sentenced to 20 years to life in prison. That means that every year since 2000 he’s been eligible for parole, and every year since 2000 he’s been denied parole. Chapman will never get out of prison. And in the unlikely event that he does, there are a lot of crazy people out there who’ve threatened to do him harm. I’m sure some of them are serious.
In your opinion, do you think there are plenty of books still to be written about John Lennon? Would you like to write a new one about him?
I’d like to see Paul McCartney dig deep down into his soul and write an honest memoir. But I’m not sure he’s capable of doing that. So, I’d at least like to see him write something like Bob Dylan’s Chronicles, which I think is less than honest but certainly compelling and well worth reading. And I’d like to see Lennon’s diaries published—I mean the actual diaries I transcribed, the whole thing, just as they were written. I think the diaries were a very rough draft of the great memoir that John never had a chance to complete.
My main book-publishing priority at the moment is to bring Beaver Street kicking and screaming into the world. But I should mention that I’ve written a screenplay called The Diaries of Juan Dolio. A rock icon is murdered, and his personal assistant flees to Mexico with his secret diaries. As they say in Hollywood pitch-speak, it’s A Hard Day’s Night meets The Treasure of the Sierra Madre. I want Justin Timberlake to play the personal assistant, Gael García Bernal to play his friend the Mexican journalist, and Penélope Cruz and Salma Hayek to play the bruja sisters. Por favor. Now all I have to do is raise $10 million or so. I’ll direct it myself if I have to.
What’s your personal opinion on "Free as a Bird" and "Real Love"? They say there might be new songs coming up with George and John’s vocals in them, do you like this actually?
I don’t think anything will ever come close to capturing the energy, spirit, and excitement of any of the Beatles songs that were released between 1964 and 1970. “Free as a Bird” and “Real Love” (which I first heard in 1980 on Lennon’s Bermuda demo tape) are interesting experiments. I enjoyed listening to them; it sent a chill up my spine to hear Lennon singing with the Beatles again. And I enjoyed the videos, too. So, of course I’d be curious to hear anything else they come up with.
From all the
Beatle books you have read, which one would you recommend to all Beatle
readers?
To get a good
sense of how John’s mind worked, read Lennon’s own books: In His Own Write,
A Spaniard in the Works, and Skywriting by Word of Mouth. Everything else should be read with varying degrees of skepticism. The interview books are, for the most part, a demonstration of Lennon’s genius for PR and self-promotion. Which is not to say there’s no truth in them. There is, but you have to know where to look.
The “official” bios and the Ono-sanctioned books are the worst—90-95% whitewash and myth making. The anti-Ono books, as well, are poisoned with hatred and bullshit. But again, there is truth to be found in them if you know where to look, and the more you know about the Beatles and Lennon, the easier it is to find the truth.
One of the best-written, best-researched, and most evenhanded books I’ve come across lately is The Gospel According to the Beatles by Steve Turner. Unlike most writers, Turner didn’t take sides. He just told the story of the Beatles as honestly as he could. He uncovered a lot of new material about Stu Sutcliffe and the early days in Hamburg; he did an especially good job of explaining the “Bigger than Jesus” controversy; and he uncovered some new material about Lennon’s very brief “born again” period.
And, of course, please read Nowhere Man—in any language. Because until John’s diaries are published, which probably won’t happen in our lifetime, Nowhere Man will remain the most accurate representation of what Lennon wrote about in his final years.
What’s your opinion of Chapter 27, the film about John’s assassination?
I devoted an entire blog to the movie because the filmmakers ripped off their title from the “Chapter 27” section of Nowhere Man and didn’t give me credit for it. They also didn’t explain what the title means—that by killing Lennon, Chapman believed that he was going to write the missing chapter of J.D. Salinger’s The Catcher in the Rye, which ends on chapter 26, in Lennon’s blood (as I say in my book). And they didn’t show how 27, the “triple 9,” connected Lennon to Chapman. They just grafted an intriguing title onto their film. That’s why I call my review of Chapter 27 “BYOC (Bring Your Own Context).” You’re not going to fully understand the movie unless you’ve read The Catcher in the Rye, Nowhere Man, and Let Me Take You Down, the Chapman bio by Jack Jones that the filmmakers supposedly based the movie on.
Fortunately, Mojo magazine in the UK, Proceso in Mexico, The Louie Free Radio Show in the US, and a lot of websites all over the world, most recently in Italy, Brazil, and Norway, pointed out the obvious—that Chapter 27 comes from Nowhere Man. And it’s obvious to anyone who’s read the book.
Still, I don’t think the movie is as bad as most of the critics said. It’s not, as Premiere magazine suggested, “the most godawful, irredeemable film to yet emerge in the 21st century.” To its credit, it features three interesting performances: Jared Leto as Chapman; Lindsay Lohan as Jude, a Lennon groupie who’s based on a real person; and Judah Friedlander as Paul Goresh, the photographer who took the picture of Lennon signing Chapman’s Double Fantasy album a few hours before the murder.
But there’s no getting around the fact that Chapter 27 is a total bummer. Watching it is like spending 84 minutes trapped in the company of a socially awkward psychopath.
The Killing of John Lennon is a much better film. You watch it and at least you understand why Chapman’s doing what he’s doing. It gives you some insight into his character. It gives you context. And the title is self-explanatory.
TERCERA Y ÚLTIMA PARTE DE LA ENTREVISTA CON ROBERT ROSEN PARTE 3
TERCERA Y ÚLTIMA PARTE DE LA ENTREVISTA CON ROBERT ROSEN PARTE 3
Dicen que Mark David Chapman puede salir de prisión en breve. ¿Qué consecuencias piensa que puede traer esto?
A Mark David Chapman lo condenaron de 20 años a cadena perpetua. Esto significa que cada año desde el 2000 viene siendo “elegible” para disfrutar de libertad condicional, y cada año desde entonces ha recibido un no por respuesta. Chapman nunca saldrá de prisión. Y en el hipotético caso de que suceda, hay mucho loco por ahí que le ha venido amenazando. Estoy convencido de que muchos de ellos van en serio.
En su opinión, ¿piensa que todavía quedan muchos libros por escribir sobre John Lennon? ¿A usted le gustaría escribir uno nuevo sobre él?
Lo que me gustaría es ver a Paul McCartney buscar bien dentro de su alma y escribir unas memorias honestas. No le veo capaz de hacer algo así, de todas maneras. Así que al menos me gustaría verle escribir algo parecido a las Chronicles de Bob Dylan, que no considero muy honestas pero al menos son absorbentes y merecen ser leídas. También me gustaría ver publicados los diarios de John Lennon, y me refiero a los diarios reales que yo transcribí, completos, tal y como fueron escritos. Creo que esos diarios forman un borrador de las grandes memorias que John nunca tuvo la oportunidad de completar.
En cuanto a publicar tengo una prioridad ahora mismo, que es la de lanzar al mundo mi nuevo libro Beaver Street. Sin embargo, debo mencionar que he escrito también un guión llamado The Diaries of Juan Dolio (“Los diarios de Juan Dolio”); un ícono del rock es asesinado, y su asistente personal huye a Méjico con sus diarios secretos. En Hollywood hablan de él como una mezcla entre A Hard Day’s Night y The Treasure of the Sierra Madre. Quisiera que Justin Timberlake hiciera el papel del asistente, y que Gael García Bernal hiciera el papel de su amigo, el periodista mejicano; Penélope Cruz y Salma Hajek haría de las hermanas bruja. ¡Por favor! Ahora tan solo necesito recaudar unos 10 millones de dólares. Si es necesario, la dirijo yo mismo.
¿Qué opinión personal tiene de “Free as a Bird” y “Real Love”? Se dice que puede que haya más canciones con las voces póstumas de George y John en ellas. ¿Qué le parece esto?
No creo que jamás vuelva a existir nada parecido que capture la energía, el espíritu y la emoción de ninguna canción de los Beatles entre 1964 y 1970. “Free as a Bird” y “Real Love” (canción que escuché por primera vez en 1980 en la cinta de maquetas de John en las Bermudas) son experimentos interesantes. Me gustó escucharlas. Sentí un escalofrío cuando escuché la voz de Lennon con los Beatles de nuevo. Y también disfruté con los vídeos. Por supuesto que sentiría curiosidad por escuchar cualquier otra cosa nueva que apareciese.
De todos los libros Beatle que ha leído, ¿cuál recomendaría a todos los lectores del grupo?
Si lo que se quiere es entender bien cómo trabajaba la mente de John, lo suyo es leer los propios libros de Lennon: In His Own Write, A Spaniard in the Works, y Skywriting by Word of Mouth.
Lo demás debería leerse con una cierta dosis de escepticismo. Los libros que contienen entrevistas son, en su mayor parte, una demostración del genio de Lennon para las relaciones públicas y la autopromoción. Lo que no quiere decir que no haya verdad en ellas, claro. La hay, pero tienes que saber bien dónde buscarla.
Las biografías “oficiales” y los autorizados por Yoko son los peores. El 90-95% de esos libros están llenos de oscurantismo de la verdad y orientados para alimentar el mito. Por el contrario, los libros anti-Ono se ven llenos de odio y basura. Y aún así vuelvo a repetir que todavía puede encontrarse algo de verdad en esos libros si sabes dónde buscar, y cuánto más sabes de los Beatles y Lennon, más fácil es encontrar la verdad.
Uno de los mejores libros que he leído últimamente y que a mi parecer es de los que mejor están escritos, mejor investigación tiene y adopta una posición más neutral es The Gospel According to the Beatles, de Steve Turner. A diferencia de la mayoría de los escritores, Turner no se pone del lado de nadie. Simplemente cuenta la historia de los Beatles de la manera más honesta posible. Sacó a la luz mucho material nuevo sobre Stu Sutcliffe y los días de Hamburgo; hizo un trabajo especialmente bueno cuando explicó la controversia de la frase “más grandes que Jesucristo”. También descubrió nuevos matices sobre aquel breve periodo del “renacer” de Lennon.
Y por supuesto, leed Nowhere Man en cualquier idioma, ya que hasta que se publiquen los diarios reales de John, cosa que probablemente nosotros no veremos, Nowhere Man viene a ser la representación más cercana de aquello que Lennon escribió durante sus últimos años.
¿Qué opina de Chapter 27, la película de J.P. Schaefer sobre el asesinato de John Lennon?
Le he dedicado un blog entero a la película porque los creadores robaron el título del capítulo “Chapter 27” de Nowhere Man y nunca me nombraron. Tampoco explicaron qué significa el título. El título se refiere a que Chapman, al matar a John Lennon, pensó que así escribiría el capítulo que faltaba del libro de J.D. Salinger The Catcher in the Rye (en español, “El Guardián entre el Centeno”), que termina en el capítulo 26 con la sangre de Lennon (como digo en mi libro). Y tampoco mostraron como el número 27, el “triple 9”, vinculaba a Lennon con Chapman. Simplemente lo usaron como un título intrigante para su película. Por eso le puse el título de BYOC, Bring your Own Context (Trae tu Propio Contexto) a mi crítica de Chapter 27. No entenderás la película hasta que no veas The Catcher in the Rye, Nowhere Man y Let me Take You Down, que es la biografía que Jack Jones hizo de Chapman sobre la que partieron los creadores de la película para hacerla.
Afortunadamente, la revista británica Mojo, la mejicana Proceso, el Louie Free Radio Show en Estados Unidos, y muchos sitios web por todo el mundo, los más recientes en Italia, Brasil y Noruega, señalaron lo obvio: Chapter 27 fue cogido de Nowhere Man. Y también es bastante obvio para cualquier que haya leído el libro.
Aún así, no pienso que la película sea tan mal como han dicho muchas críticas. Tal y como dice la revista Premiere, no es “la película más mala e irredimible por aparecer del siglo XXI.” A su favor decir que cuenta con tres participaciones interesantes: Jared Leto como Chapman; Lindsay Lohan como Jude, una seguidora de Lennon basada en una persona real; y Judah Friedlander como Paul Goresh, el fotógrafo que tomó la instantánea de Lennon mientras firmaba el album Double Fantasy a Chapman horas antes del asesinato.
Lo que es indiscutible es que Chapter 27 es como una pesadilla, ya que verla es como pasar 84 minutos atrapado en la compañía de un psicópata extraño en la sociedad.
The Killing of John Lennon es una película mucho mejor. La ves y al menos entiendes por qué Chapman hace lo que hace. Te permite ver el interior de su personaje y te da el contexto. Y el título además se explica por sí solo.
Dicen que Mark David Chapman puede salir de prisión en breve. ¿Qué consecuencias piensa que puede traer esto?
A Mark David Chapman lo condenaron de 20 años a cadena perpetua. Esto significa que cada año desde el 2000 viene siendo “elegible” para disfrutar de libertad condicional, y cada año desde entonces ha recibido un no por respuesta. Chapman nunca saldrá de prisión. Y en el hipotético caso de que suceda, hay mucho loco por ahí que le ha venido amenazando. Estoy convencido de que muchos de ellos van en serio.
En su opinión, ¿piensa que todavía quedan muchos libros por escribir sobre John Lennon? ¿A usted le gustaría escribir uno nuevo sobre él?
Lo que me gustaría es ver a Paul McCartney buscar bien dentro de su alma y escribir unas memorias honestas. No le veo capaz de hacer algo así, de todas maneras. Así que al menos me gustaría verle escribir algo parecido a las Chronicles de Bob Dylan, que no considero muy honestas pero al menos son absorbentes y merecen ser leídas. También me gustaría ver publicados los diarios de John Lennon, y me refiero a los diarios reales que yo transcribí, completos, tal y como fueron escritos. Creo que esos diarios forman un borrador de las grandes memorias que John nunca tuvo la oportunidad de completar.
En cuanto a publicar tengo una prioridad ahora mismo, que es la de lanzar al mundo mi nuevo libro Beaver Street. Sin embargo, debo mencionar que he escrito también un guión llamado The Diaries of Juan Dolio (“Los diarios de Juan Dolio”); un ícono del rock es asesinado, y su asistente personal huye a Méjico con sus diarios secretos. En Hollywood hablan de él como una mezcla entre A Hard Day’s Night y The Treasure of the Sierra Madre. Quisiera que Justin Timberlake hiciera el papel del asistente, y que Gael García Bernal hiciera el papel de su amigo, el periodista mejicano; Penélope Cruz y Salma Hajek haría de las hermanas bruja. ¡Por favor! Ahora tan solo necesito recaudar unos 10 millones de dólares. Si es necesario, la dirijo yo mismo.
¿Qué opinión personal tiene de “Free as a Bird” y “Real Love”? Se dice que puede que haya más canciones con las voces póstumas de George y John en ellas. ¿Qué le parece esto?
No creo que jamás vuelva a existir nada parecido que capture la energía, el espíritu y la emoción de ninguna canción de los Beatles entre 1964 y 1970. “Free as a Bird” y “Real Love” (canción que escuché por primera vez en 1980 en la cinta de maquetas de John en las Bermudas) son experimentos interesantes. Me gustó escucharlas. Sentí un escalofrío cuando escuché la voz de Lennon con los Beatles de nuevo. Y también disfruté con los vídeos. Por supuesto que sentiría curiosidad por escuchar cualquier otra cosa nueva que apareciese.
De todos los libros Beatle que ha leído, ¿cuál recomendaría a todos los lectores del grupo?
Si lo que se quiere es entender bien cómo trabajaba la mente de John, lo suyo es leer los propios libros de Lennon: In His Own Write, A Spaniard in the Works, y Skywriting by Word of Mouth.
Lo demás debería leerse con una cierta dosis de escepticismo. Los libros que contienen entrevistas son, en su mayor parte, una demostración del genio de Lennon para las relaciones públicas y la autopromoción. Lo que no quiere decir que no haya verdad en ellas, claro. La hay, pero tienes que saber bien dónde buscarla.
Las biografías “oficiales” y los autorizados por Yoko son los peores. El 90-95% de esos libros están llenos de oscurantismo de la verdad y orientados para alimentar el mito. Por el contrario, los libros anti-Ono se ven llenos de odio y basura. Y aún así vuelvo a repetir que todavía puede encontrarse algo de verdad en esos libros si sabes dónde buscar, y cuánto más sabes de los Beatles y Lennon, más fácil es encontrar la verdad.
Uno de los mejores libros que he leído últimamente y que a mi parecer es de los que mejor están escritos, mejor investigación tiene y adopta una posición más neutral es The Gospel According to the Beatles, de Steve Turner. A diferencia de la mayoría de los escritores, Turner no se pone del lado de nadie. Simplemente cuenta la historia de los Beatles de la manera más honesta posible. Sacó a la luz mucho material nuevo sobre Stu Sutcliffe y los días de Hamburgo; hizo un trabajo especialmente bueno cuando explicó la controversia de la frase “más grandes que Jesucristo”. También descubrió nuevos matices sobre aquel breve periodo del “renacer” de Lennon.
Y por supuesto, leed Nowhere Man en cualquier idioma, ya que hasta que se publiquen los diarios reales de John, cosa que probablemente nosotros no veremos, Nowhere Man viene a ser la representación más cercana de aquello que Lennon escribió durante sus últimos años.
¿Qué opina de Chapter 27, la película de J.P. Schaefer sobre el asesinato de John Lennon?
Le he dedicado un blog entero a la película porque los creadores robaron el título del capítulo “Chapter 27” de Nowhere Man y nunca me nombraron. Tampoco explicaron qué significa el título. El título se refiere a que Chapman, al matar a John Lennon, pensó que así escribiría el capítulo que faltaba del libro de J.D. Salinger The Catcher in the Rye (en español, “El Guardián entre el Centeno”), que termina en el capítulo 26 con la sangre de Lennon (como digo en mi libro). Y tampoco mostraron como el número 27, el “triple 9”, vinculaba a Lennon con Chapman. Simplemente lo usaron como un título intrigante para su película. Por eso le puse el título de BYOC, Bring your Own Context (Trae tu Propio Contexto) a mi crítica de Chapter 27. No entenderás la película hasta que no veas The Catcher in the Rye, Nowhere Man y Let me Take You Down, que es la biografía que Jack Jones hizo de Chapman sobre la que partieron los creadores de la película para hacerla.
Afortunadamente, la revista británica Mojo, la mejicana Proceso, el Louie Free Radio Show en Estados Unidos, y muchos sitios web por todo el mundo, los más recientes en Italia, Brasil y Noruega, señalaron lo obvio: Chapter 27 fue cogido de Nowhere Man. Y también es bastante obvio para cualquier que haya leído el libro.
Aún así, no pienso que la película sea tan mal como han dicho muchas críticas. Tal y como dice la revista Premiere, no es “la película más mala e irredimible por aparecer del siglo XXI.” A su favor decir que cuenta con tres participaciones interesantes: Jared Leto como Chapman; Lindsay Lohan como Jude, una seguidora de Lennon basada en una persona real; y Judah Friedlander como Paul Goresh, el fotógrafo que tomó la instantánea de Lennon mientras firmaba el album Double Fantasy a Chapman horas antes del asesinato.
Lo que es indiscutible es que Chapter 27 es como una pesadilla, ya que verla es como pasar 84 minutos atrapado en la compañía de un psicópata extraño en la sociedad.
The Killing of John Lennon es una película mucho mejor. La ves y al menos entiendes por qué Chapman hace lo que hace. Te permite ver el interior de su personaje y te da el contexto. Y el título además se explica por sí solo.
SECOND PART OF THE INTERVIEW WITH ROBERT ROSEN PART 2
SECOND PART OF THE INTERVIEW WITH ROBERT ROSEN PART 2
John and Yoko had a full-time tarot card reader and seer on staff. His real name was John Green, but they called him Charlie Swan or the Oracle. Swan was on 24-hour call and he did dozens of readings every day for both of them. They asked him what contracts to sign, whom to hire and fire, what art, antiques, and houses to buy, where, when, and how to travel, how to handle their relationship with the McCartneys, etc. Ono traveled to Colombia with Swan to study with a bruja who supposedly taught her how to cast magic spells. (Swan implies in his book, Dakota Days, that during that trip Ono tried to sell her soul to the devil.)
John and Yoko also consulted astrologers and numerologists on a regular basis, and they were big believers in Cheiro’s Book of Numbers. So I’d say yes, the occult was a huge part of their lives, and for that reason it’s a big part of my book.
The book starts with a “Fantasy” about Jerusalem. I have read your book 3 or 4 times and I have always thought whether there was some truth in that story, because many of us think of John as an eccentric character. In case it was mere fantasy, what meaning does it have in the context of the whole book?
In the Jerusalem fantasy, Lennon is in the Old City of Jerusalem, walking in the footsteps of Jesus. He takes a cab to Gethsemane, “the garden of Jesus’ agony.” He’s thinking about Jews, Germans, Arabs, crucifixion, sin, the Bible, prayer, smoking hash, sex. This chapter is a synthesis of many of the big philosophical ideas that were important to Lennon—things he often thought about, sung about, and wrote about. I used a fictional technique to quickly establish Lennon’s character at the beginning of the story.
After lending your diaries to Yoko, she kept them for many years. Have you gotten them back? What’s your relationship with Yoko at the moment?
Yoko kept my diaries for 18 years and returned them to me just as the first edition of Nowhere Man was going to press. In 1982, after Fred ripped me off and I went public with my story, I met with Ono at the Dakota. She said she wanted to read my diaries because she wanted to know everything that had been going on and because there were things in my diaries that not even I could understand. Since I’d read John’s diaries, I thought it was only fair that she read mine. I gave her 16 volumes of my diaries, covering four years and containing about a half-million words. I think she kept them to punish me for reading John’s diaries, which she claims she didn’t even know existed until I told her about them.
The last time I had anything to do with Yoko was at Fred’s copyright infringement trial in 2002. Ono’s lawyers asked me to testify on her behalf. I did and she won. I felt I owed this to her and to John. Now, I have no real relationship with Ono, though I’m sure when she needs me again her lawyers will call my lawyers.
I understand your book was translated to many languages, but the Spanish one has some mistakes. Since the blog is mainly read by Spanish Beatle fans, what would you like to say about this? The first Spanish edition of Nowhere Man was published in Mexico in March 2003, and the critical reception it received there was miraculous. For the first few months, virtually every day there was something new in the media—stuff on TV, long articles, critiques, and excerpts in all the major newspapers and magazines. Writers like Roberto Ponce at Proceso were calling me for interviews. It just kept going on and on. When I finally went to Mexico City in October 2003, just before the release of the second Spanish edition in Europe and South America, I felt as if I’d entered an alternate universe where everything I’d been working for had come to pass. The media treated me as if I’d written Harry Potter. And this frenzy continued through 2004 and 2005, in Chile, where I also went (thanks to Paniko and Javier Foxon), in Colombia, and to a much smaller degree in Argentina and Spain—though I loved a piece about the book called “El escorpión y el fuego” (“The Scorpion and the Fire”) that Luis Antonio De Villena wrote for El Mundo.
So, I’m forever grateful to my Spanish translator, René Portas, for making all this possible. In fact, I was so overwhelmed by the Spanish reaction that I’ve been trying to learn Spanish. And one of the things I did to study the language was read Nowhere Man in Spanish. So, yes, it’s true, I found some mistakes, and I know that some reviewers in Spain were very critical of the Latin American-style translation. But I’m sure there are mistakes in every book that’s translated. That’s just the nature of translation. I’m beyond delighted that these foreign editions of Nowhere Man exist. They’ve opened a new world for me.
...to be continued...
There are many
Spanish readers who have read a book written by one of Lennon’s assistants, a Spanish
woman called Rosaura López, who worked for the Lennons for quite a few years at the Dakota. Did
you get to know her?
I never met
Rosaura López. I wasn’t aware of her until her book was published.
One of the things I
considered most interesting about your book was the way you gave importance to
the oracles, numerology and horoscopes in the lives of John and Yoko. Did they
pay so much attention to them in their daily lives?John and Yoko had a full-time tarot card reader and seer on staff. His real name was John Green, but they called him Charlie Swan or the Oracle. Swan was on 24-hour call and he did dozens of readings every day for both of them. They asked him what contracts to sign, whom to hire and fire, what art, antiques, and houses to buy, where, when, and how to travel, how to handle their relationship with the McCartneys, etc. Ono traveled to Colombia with Swan to study with a bruja who supposedly taught her how to cast magic spells. (Swan implies in his book, Dakota Days, that during that trip Ono tried to sell her soul to the devil.)
John and Yoko also consulted astrologers and numerologists on a regular basis, and they were big believers in Cheiro’s Book of Numbers. So I’d say yes, the occult was a huge part of their lives, and for that reason it’s a big part of my book.
The book starts with a “Fantasy” about Jerusalem. I have read your book 3 or 4 times and I have always thought whether there was some truth in that story, because many of us think of John as an eccentric character. In case it was mere fantasy, what meaning does it have in the context of the whole book?
In the Jerusalem fantasy, Lennon is in the Old City of Jerusalem, walking in the footsteps of Jesus. He takes a cab to Gethsemane, “the garden of Jesus’ agony.” He’s thinking about Jews, Germans, Arabs, crucifixion, sin, the Bible, prayer, smoking hash, sex. This chapter is a synthesis of many of the big philosophical ideas that were important to Lennon—things he often thought about, sung about, and wrote about. I used a fictional technique to quickly establish Lennon’s character at the beginning of the story.
After lending your diaries to Yoko, she kept them for many years. Have you gotten them back? What’s your relationship with Yoko at the moment?
Yoko kept my diaries for 18 years and returned them to me just as the first edition of Nowhere Man was going to press. In 1982, after Fred ripped me off and I went public with my story, I met with Ono at the Dakota. She said she wanted to read my diaries because she wanted to know everything that had been going on and because there were things in my diaries that not even I could understand. Since I’d read John’s diaries, I thought it was only fair that she read mine. I gave her 16 volumes of my diaries, covering four years and containing about a half-million words. I think she kept them to punish me for reading John’s diaries, which she claims she didn’t even know existed until I told her about them.
The last time I had anything to do with Yoko was at Fred’s copyright infringement trial in 2002. Ono’s lawyers asked me to testify on her behalf. I did and she won. I felt I owed this to her and to John. Now, I have no real relationship with Ono, though I’m sure when she needs me again her lawyers will call my lawyers.
I understand your book was translated to many languages, but the Spanish one has some mistakes. Since the blog is mainly read by Spanish Beatle fans, what would you like to say about this? The first Spanish edition of Nowhere Man was published in Mexico in March 2003, and the critical reception it received there was miraculous. For the first few months, virtually every day there was something new in the media—stuff on TV, long articles, critiques, and excerpts in all the major newspapers and magazines. Writers like Roberto Ponce at Proceso were calling me for interviews. It just kept going on and on. When I finally went to Mexico City in October 2003, just before the release of the second Spanish edition in Europe and South America, I felt as if I’d entered an alternate universe where everything I’d been working for had come to pass. The media treated me as if I’d written Harry Potter. And this frenzy continued through 2004 and 2005, in Chile, where I also went (thanks to Paniko and Javier Foxon), in Colombia, and to a much smaller degree in Argentina and Spain—though I loved a piece about the book called “El escorpión y el fuego” (“The Scorpion and the Fire”) that Luis Antonio De Villena wrote for El Mundo.
So, I’m forever grateful to my Spanish translator, René Portas, for making all this possible. In fact, I was so overwhelmed by the Spanish reaction that I’ve been trying to learn Spanish. And one of the things I did to study the language was read Nowhere Man in Spanish. So, yes, it’s true, I found some mistakes, and I know that some reviewers in Spain were very critical of the Latin American-style translation. But I’m sure there are mistakes in every book that’s translated. That’s just the nature of translation. I’m beyond delighted that these foreign editions of Nowhere Man exist. They’ve opened a new world for me.
...to be continued...
SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA CON ROBERT ROSEN PARTE 2
SEGUNDA PARTE DE LA ENTREVISTA CON ROBERT ROSEN
John y Yoko también consultaban astrólogos y numerólogos habitualmente, y eran firmes creyentes del Book of Numbers de Cheiro (Libro de los Números de Cheiro). Así que yo diría que sí, las ciencias ocultas formaban una buena parte de sus vidas, y por esa razón tienen ese protagonismo en mi libro.
El libro empieza con una “fantasía” en Jerusalén. He leído su libro 3 ó 4 veces y siempre acababa preguntándome si hubo algo de verdad en aquella historia, ya que muchos de nosotros considera a John un personaje excéntrico. En caso de que fuese mera fantasía, ¿qué significado tiene en el contexto global del libro?
En la fantasía de Jerusalén, Lennon está en la vieja ciudad de Jerusalén, caminando sobre las pisadas de Jesús. Coge un taxi hasta el Getsemaní, “el Jardín de la Agonía de Jesús.” Allí reflexiona sobre los judíos, los alemanes, los árabes, la crucifixión, el pecado, la Biblia, las oraciones, fumar hachís y el sexo. Este capítulo es una síntesis de todas aquellas grandes ideas filosóficas que eran importantes para Lennon. Son cosas sobre las que él pensaba a menudo, sobre las que cantaba y escribía. Usé esta técnica ficticia para intentar describir rápidamente la personalidad de Lennon al comienzo de la historia.
Después de prestar sus diarios a Yoko, ella los retuvo durante muchos años. ¿Se los ha devuelto ya? ¿Cuál es su relación con Yoko en este momento?
Yoko se quedó con mis diarios durante 18 años y me los devolvió justo cuando iba a imprenta la primera edición de Nowhere Man. En 1982, después de que Fred me robara y yo hiciese pública mi historia, me reuní con Yoko en el Dakota. Me dijo que quería leer mis diarios porque su deseo era saber todo lo que había estado pasando y porque había cosas en mis diarios que ni yo podía entender. Dado que yo había leído los diarios de John, pensé que era justo que ahora ella leyese los míos. Le di 16 volúmenes que cubrían cuatro años y que contenían cerca de medio millón de palabras. Creo que se los quedó para castigarme por haber leído los diarios de John. Diarios de los que ella decía no saber de su existencia hasta que yo le hablé de ellos.
La última vez que tuve algo que ver con Yoko fue en el juicio que tuvo Fred por violación de derechos de autor. Los abogados de Yoko me pidieron que testificara a su favor. Lo hice y ganó. Sentía que se lo debía, tanto a ella como a John. En la actualidad no tengo ninguna relación con Yoko Ono, aunque estoy seguro de que si me necesitase de nuevo sus abogados llamarían a los míos.
Tengo entendido que su libro ha sido traducido a muchos idiomas. Sin embargo, la edición española parece contener algunos errores. Ya que la mayoría de personas que leen este blog son fans españoles de los Beatles, ¿querría comentar algo a este respecto?
La primera edición española de Nowhere Man se publicó en Méjico en marzo de 2003. La crítica lo recibió de manera milagrosa. Durante los primeros meses siempre había algo en los medios prácticamente a diario, ya fuesen menciones en televisión, extensos artículos, críticas, y extractos en todas las revistas y periódicos principales. Escritores como Roberto Ponce del Proceso me llamaban para entrevistas. La cosa seguía y seguía. Cuando finalmente viajé a Ciudad de Méjico en 2003, justo antes del lanzamiento de la segunda edición española en Europa y Sudamérica, me sentía como si hubiera entrado en un universo alternativo donde todo aquello por lo que había trabajado veía ahora su recompensa. Los medios me trataban como si hubiese escrito Harry Potter. Este frenesí siguió durante 2004 y 2005, en Chile, país al que también viajé (gracias a Paniko y Javier Foxon), en Colombia, y a menor escala en Argentina y España –aunque me encantaba un comentario sobre mi libro llamado “El Escorpión y el Fuego” (“The Scorpion and the Fire”) que Luis Antonio de Villena escribió para El Mundo.
Por esta razón estoy profundamente agradecido a mi traductor español, René Portas, por hacer todo esto posible. De hecho, me sentí tan avasallado por la reacción hispana que estoy intentando aprender el idioma. Una de las cosas que hice para estudiarlo fue leer Nowhere Man en español. Así que sí, es cierto, encontré algunos errores, y sé que algunos críticos en España hicieron comentarios negativos de la traducción con español de Sudamérica. Sin embargo, traducir conlleva estas cosas. Estoy muy feliz de que existan esas traducciones de Nowhere Man. Sin duda han descubierto un nuevo mundo para mí...
...continuará...
Hay muchos lectores españoles que
han leído un libro escrito por una de las asistentas de Lennon, una mujer
gallega llamada Rosaura López, que trabajó para los Lennon durante unos cuantos
años en el Dakota. ¿Llegó a conocerla?
Nunca
conocí a Rosaura López. No supe de su existencia hasta la publicación del
libro.
Una de
las cosas que consideré de mayor importancia en su libro fue la manera en la
usted le daba tanta importancia a los oráculos, numerología y horóscopos en las
vidas de John y Yoko. ¿Realmente jugaron un papel tan importante en sus vidas
diarias?
John y Yoko tenían a un lector
del tarot y vidente a tiempo completo en su plantilla. Su nombre real era John
Green, pero solían llamarle Charlie Swan ó “El Oráculo”. Swan estaba disponible
las 24 horas y realizó docenas de lecturas cada día para los dos. Le
preguntaban qué contratos firmar, a quién contratar y a quién despedir, que
piezas de arte, antigüedades y casas comprar, dónde, cuándo y cómo viajar, cómo
manejar su relación con los McCartney, etc. Ono se desplazó hasta Colombia con
Swan para estudiar con una bruja que supuestamente le enseñó a lanzar conjuros
mágicos. (Swan deja caer en su libro Dakota
Days que durante aquel viaje Ono había intentando vender su alma al
diablo.)John y Yoko también consultaban astrólogos y numerólogos habitualmente, y eran firmes creyentes del Book of Numbers de Cheiro (Libro de los Números de Cheiro). Así que yo diría que sí, las ciencias ocultas formaban una buena parte de sus vidas, y por esa razón tienen ese protagonismo en mi libro.
El libro empieza con una “fantasía” en Jerusalén. He leído su libro 3 ó 4 veces y siempre acababa preguntándome si hubo algo de verdad en aquella historia, ya que muchos de nosotros considera a John un personaje excéntrico. En caso de que fuese mera fantasía, ¿qué significado tiene en el contexto global del libro?
En la fantasía de Jerusalén, Lennon está en la vieja ciudad de Jerusalén, caminando sobre las pisadas de Jesús. Coge un taxi hasta el Getsemaní, “el Jardín de la Agonía de Jesús.” Allí reflexiona sobre los judíos, los alemanes, los árabes, la crucifixión, el pecado, la Biblia, las oraciones, fumar hachís y el sexo. Este capítulo es una síntesis de todas aquellas grandes ideas filosóficas que eran importantes para Lennon. Son cosas sobre las que él pensaba a menudo, sobre las que cantaba y escribía. Usé esta técnica ficticia para intentar describir rápidamente la personalidad de Lennon al comienzo de la historia.
Después de prestar sus diarios a Yoko, ella los retuvo durante muchos años. ¿Se los ha devuelto ya? ¿Cuál es su relación con Yoko en este momento?
Yoko se quedó con mis diarios durante 18 años y me los devolvió justo cuando iba a imprenta la primera edición de Nowhere Man. En 1982, después de que Fred me robara y yo hiciese pública mi historia, me reuní con Yoko en el Dakota. Me dijo que quería leer mis diarios porque su deseo era saber todo lo que había estado pasando y porque había cosas en mis diarios que ni yo podía entender. Dado que yo había leído los diarios de John, pensé que era justo que ahora ella leyese los míos. Le di 16 volúmenes que cubrían cuatro años y que contenían cerca de medio millón de palabras. Creo que se los quedó para castigarme por haber leído los diarios de John. Diarios de los que ella decía no saber de su existencia hasta que yo le hablé de ellos.
La última vez que tuve algo que ver con Yoko fue en el juicio que tuvo Fred por violación de derechos de autor. Los abogados de Yoko me pidieron que testificara a su favor. Lo hice y ganó. Sentía que se lo debía, tanto a ella como a John. En la actualidad no tengo ninguna relación con Yoko Ono, aunque estoy seguro de que si me necesitase de nuevo sus abogados llamarían a los míos.
Tengo entendido que su libro ha sido traducido a muchos idiomas. Sin embargo, la edición española parece contener algunos errores. Ya que la mayoría de personas que leen este blog son fans españoles de los Beatles, ¿querría comentar algo a este respecto?
La primera edición española de Nowhere Man se publicó en Méjico en marzo de 2003. La crítica lo recibió de manera milagrosa. Durante los primeros meses siempre había algo en los medios prácticamente a diario, ya fuesen menciones en televisión, extensos artículos, críticas, y extractos en todas las revistas y periódicos principales. Escritores como Roberto Ponce del Proceso me llamaban para entrevistas. La cosa seguía y seguía. Cuando finalmente viajé a Ciudad de Méjico en 2003, justo antes del lanzamiento de la segunda edición española en Europa y Sudamérica, me sentía como si hubiera entrado en un universo alternativo donde todo aquello por lo que había trabajado veía ahora su recompensa. Los medios me trataban como si hubiese escrito Harry Potter. Este frenesí siguió durante 2004 y 2005, en Chile, país al que también viajé (gracias a Paniko y Javier Foxon), en Colombia, y a menor escala en Argentina y España –aunque me encantaba un comentario sobre mi libro llamado “El Escorpión y el Fuego” (“The Scorpion and the Fire”) que Luis Antonio de Villena escribió para El Mundo.
Por esta razón estoy profundamente agradecido a mi traductor español, René Portas, por hacer todo esto posible. De hecho, me sentí tan avasallado por la reacción hispana que estoy intentando aprender el idioma. Una de las cosas que hice para estudiarlo fue leer Nowhere Man en español. Así que sí, es cierto, encontré algunos errores, y sé que algunos críticos en España hicieron comentarios negativos de la traducción con español de Sudamérica. Sin embargo, traducir conlleva estas cosas. Estoy muy feliz de que existan esas traducciones de Nowhere Man. Sin duda han descubierto un nuevo mundo para mí...
...continuará...
INTERVIEW WITH THE AUTHOR OF NOWHERE MAN, ROBERT ROSEN PART 1
INTERVIEW WITH THE AUTHOR OF NOWHERE MAN, ROBERT ROSEN PART 1
Tomado de:
https://sites.google.com/site/entrevistasbeatles/entrevista-con-robert-rosen
Tomado de:
https://sites.google.com/site/entrevistasbeatles/entrevista-con-robert-rosen
First of all, I’d like the readers of this blog to meet you. Could you please introduce yourself?
Hello, readers of “Beatlebooks.blogspot.com.” My name is Robert Rosen, but you can call me Bob. I’m the author of Nowhere Man: The Final Days of John Lennon.
Most people who are familiar with my work know me through this book,
which has been a best-seller in the US, the UK, Japan, Mexico, and
Colombia.
I’ve
been a professional writer since 1974, and my stories on such topics as
the Pentagon, politics, and pornography (as well as Lennon) have
appeared in Mother Jones, The Soho Weekly News, Uncut, Proceso and Reforma (Mexico), Paniko and The Clinic (Chile), Headpress, Swank, High Society, La Repubblica (Italy), VSD (France), El Heraldo (Colombia), and The Village Voice. I’ve recently completed a book about the history of pornography called Beaver Street.
I live in Manhattan with my wife, Mary Lyn Maiscott, a musician and songwriter—please check out her CD, Blue Lights—and a writer of short stories and plays. Nowhere Man is dedicated to her.
Could you tell us how your life and John Lennon's life crossed? What memories have you got of him?
Other than as a fan who first saw the Beatles on The Ed Sullivan Show
in 1964, and followed them as a group and as individuals for the next
16 years, my entire “personal” relationship with Lennon took place when I
transcribed, edited, and virtually memorized his diaries, which his
assistant, Fred Seaman, who was my friend at the time, gave me a few
months after Lennon was murdered. The diaries were supposed to be source
material for a Lennon biography that Fred asked me to help him write. I
tell this story in the opening chapter of Nowhere Man.
What do you remember doing at the time John Lennon was killed?
December
8, 1980, a Monday, was Jim Morrison’s birthday. I was home alone in my
apartment in uptown Manhattan that night listening to a Doors special on
WPLJ, a local radio station. A few weeks earlier, Fred had given me
some “Tai” weed from Lennon’s stash. There were a few crumbs left, so I
rolled a joint and smoked it.
The
news that Lennon had been shot came over the radio around 11 o’clock.
They didn’t say he was dead and I assumed that he wasn’t badly hurt. I
switched to another radio station—WNEW-FM—to listen to Vin Scelsa’s
show. (New York still had good commercial radio stations in those days,
and Scelsa had an especially good progressive rock show.) He said that
John Lennon was dead. His voice was breaking. He was in a state of
shock. And he put on “Let It Be.” I went into the living room and turned
on the TV. It was all over the news. I was stunned, not only by the
murder, but because I knew that it was going to have a direct impact on
my life. I called the Dakota to talk to Fred. I wanted to tell him that I
couldn’t believe it, and that I was sorry. But I couldn’t get him on
the phone.
I
took the subway down to the Dakota around midnight, just to be there
with everybody else. I ran into an artist I knew from my cab-driving
days, Peter Melocco, and we hung out there for a few hours. Everybody
was crying, and holding up the newspaper headlines, and playing “A Day
in the Life” over and over on their boom boxes.
I also wrote about that night in the opening chapter of Nowhere Man.
(The US paperback edition from Quick American Archives contains some
excerpts from my diaries from that night that aren’t in the other
editions.)
The
book starts with some strange and disappointing stories about your
relationship with Fred Seaman, Lennon’s personal assistant. What do you remember about him?
Fred was my friend, neighbor, and colleague for many years. I was his editor on our City College newspaper, Observation Post,
which is where we met in 1973. He was always a big supporter of my
writing. We hung out, we partied, we worked together, and we traveled
together. I even worked for his uncle Norman at one point, and
collaborated on musical-comedy skits with his father, Eugene, who was a
classical musician. So I guess I was like family.
When
Fred got the Lennon job (through his uncle Norman, who was friends with
John and Yoko) it was only natural that he asked me to help him write a
book about Lennon. I trusted him implicitly, which I obviously
shouldn’t have. Looking back on it, there were a lot of warning signs,
like Fred telling me that he was “above the law.” I ignored these
things—or chose to ignore them because I was so into the material and
doing the book. And I believed that we were doing what John wanted.
That’s what Fred kept telling me.
Now,
almost 29 years later, I tend to see Fred as a weak and tragic figure
who was in way over his head. I think that his proximity to Lennon and
Ono, and their seemingly unlimited wealth and fame, literally drove him
insane with greed and envy. I think that drugs and alcohol—and there
were a lot going around—played a part in it, too. I think that Fred was
so angry at Ono, especially after Lennon was murdered, that he felt
completely justified in ripping her off and ripping me off—because I was
just a pawn in his scheme, and by the end I was getting in his way and
asking too many questions.
He
had the keys to my apartment. He lied to me. He sent me out of town.
Then he ransacked my apartment and stole everything I was working on.
And I don’t think I’ll ever be able to completely forgive that kind of
betrayal.
To
write this book you had to decipher Lennon’s writing and thoughts.
Actually, you must be one of the unique persons on this planet that has
done such a job. What did this hard work mean to you?
Fred brought John’s diaries to my house in May 1981. He pulled the 1980 journal, a New Yorker magazine desk diary, out of a shopping bag and put it on my desk.
“What’s this?” I asked.
“Just look at it,” he said.
I
thumbed through the book. There was a lot of almost indecipherable
handwriting, and a lot of newspaper clippings and pictures of Beatles.
Then it hit me: “Holy shit! This is John’s diary.”
It
was clear from that moment that the diaries were the key to John’s
consciousness and to the “ultimate Lennon biography” that Fred said John
had told him to write in the event of his death. After living with the
diaries for a couple of weeks, and thumbing through them every day (this
was long before I began transcribing them), I knew that these books
were going to change my life. This was the assignment I’d been waiting
for. Still, it took me until October 1981 before I found the energy and
motivation to begin deciphering Lennon’s scrawls and codes and symbols
Then I just kept going at it every day, 16 hours a day, until I finished
the job. As I said in Nowhere Man,
when I finally broke through and began to understand everything he was
saying, it felt as if Lennon’s energy was flowing through me, especially
when I read his words out loud. Doing this work, in isolation in my
apartment in Washington Heights in upper Manhattan, was bizarre and
thrilling. I saw the truth as I’d never seen it before.
...to be continued.
ENTREVISTA CON EL AUTOR DE NOWHERE MAN, ROBERT ROSEN parte 1
ENTREVISTA CON EL AUTOR DE NOWHERE MAN, ROBERT ROSEN PARTE 1
Tomado de:
https://sites.google.com/site/entrevistasbeatles/entrevista-con-robert-rosen
Tomado de:
https://sites.google.com/site/entrevistasbeatles/entrevista-con-robert-rosen
Primero de todo, quisiera que los lectores de este blog le conozcan. ¿Podría hablarnos un poco de usted?
Hola, lectores de “Blog sobre libros de los Beatles”. Mi nombre es Robert Rosen, pero podéis llamarme Bob. Soy autor del libro Nowhere Man: The Final Days of John Lennon (Nowhere Man: Los últimos días de John Lennon).
La mayoría de la gente que está familiarizada con mi trabajo me conoce a
través de este libro, que por cierto ha sido un éxito de ventas en los
Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Méjico y Colombia.
Soy
escritor profesional desde 1974, y mis historias sobre el Pentágono,
política y pornografía (así como las de Lennon) han aparecido en Mother Jones, The Soho Weekly News, Uncut, Proceso y Reforma (Méjico), Paniko y The Clinic (Chile), Headpress, Swank, High Society, La Repubblica (Italia), VSD (Francia), El Heraldo (Colombia), y The Village Voice. Hace poco he terminado un libro sobre la historia de la pornografía llamado Beaver Street.
Vivo en Manhattan con mi mujer, Mary Lyn Maiscott, músico y cantautora –por favor, no olvidéis escuchar su CD, Blue Lights- y también escritora de relatos y obras de teatro. Nowhere Man está dedicado a ella.
¿Podría contarnos cómo se cruzó su vida y la de John Lennon? ¿Qué recuerdos tiene de él?
Fui
un fan que los vio por primera vez en el Ed Sullivan Show en 1964, y
que los siguió como grupo y como músicos individuales durante los
siguientes 16 años. La única relación personal que yo tuve con John
Lennon fue cuando transcribí, edité y prácticamente memoricé sus
diarios. Estos diarios los conseguí a través de Fred Seaman, amigo mío
por aquel entonces. Me dio esos diarios pocos meses después del
asesinato de John Lennon. Se suponía que los diarios iban a ser una
fuente de material para la biografía sobre Lennon que Fred me había
pedido que le ayudara a escribir. Todo esto lo cuento en el primer
capítulo de Nowhere Man.
¿Recuerda qué estaba haciendo cuando le asesinaron?
8
de diciembre de 1980. Era lunes. El cumpleaños de Jim Morrison. Estaba
solo en mi apartamento en Manhattan aquella noche escuchando un especial
sobre los Doors en la emisora local WPLJ. Una semanas antes, Fred me
había dado un poco de hierba tailandesa del alijo de Lennon. Quedaban
algunos restos así que me lié un porro y me lo fumé.
Las
noticias que contaban que habían disparado a Lennon llegaron a eso de
las 11 de la noche. No dijeron que estaba muerto y yo pensé que no
estaría herido de gravedad. Cambié de emisora y puse la WNEW-FM para
escuchar el programa de Vin Scelsa (Nueva York por aquel entonces aún
tenía buenos programas de radio comerciales, y el de Scelsa era un buen
espacio de rock progresivo); Scelsa dijo que John Lennon estaba muerto.
Su voz estaba rota, y él en estado de shock. Entonces puso “Let it be”.
Fui al salón y puse la televisión. Estaba en todas las noticias. Me
quedé impactado, no sólo por el asesinato, sino porque sabía que todo
aquello iba a tener un impacto directo en mi vida. Llamé al Dakota para
hablar con Fred. Quería decirle que no podía creérmelo y que lo sentía.
Sin embargo, no conseguí localizarle.
Cogí
el metro hasta el Dakota ya casi a medianoche, y me encontré con el
resto de personas que hacían vigilía allí. Me encontré con un artista
que conocía de mis días de taxista, Peter Melocco, y estuvimos juntos
por allí unas cuantas horas. Todo el mundo lloraba y sostenía con sus
manos los titulares de los periódicos. También ponían una y otra vez “A
Day in the Life” en sus equipos de música.
También he escrito algo acerca de aquella noche en el primer capítulo de Nowhere Man.
La edición de bolsillo americana de Quick American Archives contiene
algunos extractos de mis diarios acerca de aquella noche que no están en
las otras ediciones.
El
libro comienza con una historia algo extraña y decepcionante con el
asistente personal de Lennon, Fred Seaman. ¿Qué recuerda de él?
Fred
era mi amigo, mi vecino, y un compañero durante muchos años. Yo fui su
editor en el periódico de la universidad de nuestra ciudad, el Observation Post,
que fue donde nos conocimos allá por 1973. Salíamos juntos, nos
divertíamos, trabajábamos y viajábamos juntos. Incluso trabajé para su
tío Norman en cierta ocasión, y colaboré en algunos sketch
cómico-teatrales con su padre, Eugene, que era un músico clásico. Así
que se puede decir que éramos como de la familia.
Cuando
Fred fue contratado por John (a través de su tío Norman, que era amigo
de John y Yoko) era natural que acabase pidiéndome ayuda para escribir
un libro sobre Lennon. Confié en él implícitamente, cosa de la que me
arrepiento ahora. Mirando hacia atrás, es verdad que hubo señales de
aviso, como cuando Fred me decía que él estaba “por encima de la ley”.
Ignoraba todo eso –o elegí ignorarlo ya que estaba completamente
absorbido por el material que tenía y la redacción del libro. También
pensaba que estábamos haciendo lo que John quería. O eso es lo que Fred
no dejaba de decirme todo el rato.
Ahora,
casi 29 años después, mi tendencia es la de ver a Fred como una figura
débil y trágica que se vio superado por la situación. Creo que su
proximidad a Lennon y Ono, para quienes su riqueza y fama parecían no
tener límites, le volvieron literalmente loco de avaricia y envidia.
Creo que las drogas y el alcohol –y por allí había mucho de eso- jugaron
su parte en ello también. Creo que Fred estaba tan enfadado con Ono,
sobre todo tras el asesinato de Lennon, que se sintió legitimado para
robarnos a ella y a mí, porque yo simplemente era una marioneta en su
plan, y al final parecía que me estaba entrometiendo en su camino y
haciendo demasiadas preguntas.
Tenía
las llaves de mi apartamento. Me mintió. Me mandó fuera de la ciudad.
Entonces aprovechó y registró mi apartamento y se llevó todo aquello
sobre lo que estaba trabajando. Y la verdad es que no creo que nunca
vaya a estar preparado para perdonar una traición así.
Para
escribir este libro tuvo que descifrar la escritura y pensamientos de
Lennon. Pensándolo bien, usted debe ser una de las pocas personas en el
mundo que haya hecho algo similar. ¿Qué significó este trabajo para
usted?
Fred
trajó los diarios de John a mi casa en mayo de 1981. Sacó el diario de
1980 de una bolsa, era uno de sobremesa de la revista New Yorker, y lo
puso sobre mi mesa.
“¿Qué es esto?” - pregunté.
“Tú míralo,” dijo.
Lo
hojeé por encima. Había muchas partes que contenían una letra casi
indescifrable, además de muchos recortes de periódico y fotos de los
Beatles. Entonces me di cuenta: “¡Joder! Esto es el diario de John.”
Quedaba
claro desde aquel momento que los diarios eran la llave de la
conciencia de John y de la “última biografía de Lennon”, la misma que
John le pidió escribir a Fred en caso de que algo le pasara. Después de
vivir con los diarios durante un par de semanas y hojearlos a diario
(antes de que empezara a transcribirlos), sabía que aquellas hojas iban a
cambiar mi vida. Esta era realmente la misión por la que había estado
esperando. Aún así, no fue hasta octubre de 1981 que encontré la energía
y la motivación para empezar a descifrar los garabatos, códigos y
símbolos de Lennon. Entonces fue cuando me puse con ellos a tiempo
completo, 16 horas al día, hasta que di el trabajo por finalizado. Tal y
como dije en Nowhere Man, cuando finalmente conseguí romper
aquella barrera y empecé a entender todo lo que él estaba diciendo,
sentí como si la energía de Lennon fluyera por mi cuerpo, sobre todo
cuando leía sus palabras en voz alta. Hacer esto en soledad en mi
apartamento de Washington Heights en Manhattan era muy raro y
emocionante a la vez. Me encontraba con la verdad tal y como nunca la
había visto antes.
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ROBERT ROSEN
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